¿Dónde están los fanzines oldschool?




Quería abordar el tema de los fanzines oldschool con un cuerpo teórico academicista, pero tras varios escritos relacionados con la escena DIY, creo que los artículos o ensayos son pretenciosos y pesados de leer para llegar a lo que se busca: la difusión de pequeñas publicaciones en papel y que así se conozca parte de lo que existe por ahí. Dicho esto, tomo el artículo de opinión como medio para decir lo que considero una pincelada de luz en el imaginario de la autoedición. Y larga vida a Edicions Anònimes, que se presta a estos saraos y que por elles existe este texto.

Empezaré por hablar de "old school" que de forma ortodoxa se enmarca en la primera línea de hip-hop grabado y publicado a finales de los 70´s y que se extendió hasta finales de 1990.

De estos se podría dar ejemplos con las imágenes, estilos y sonidos del old school con figuras como Afrika Bambaataa, The Sugarhill Gang, Treacherous Three, Funky Four Plus One, Kurtis Blow, Busy Bee Starski, Lovebug Starski, The Fat Boys, The Cold Crush Brothers y se caracteriza por las técnicas de rapear más simples de la época y por una temática normalmente relacionada con las fiestas, el pachangueo duro en esa escena de Estados Unidos y la libertad de expresión.

Cuando el tema del hip-hop "oldschool" estaba plantado con todo su flow, no buscaba ser a futuro parte de la modernidad y sus diversas estéticas, más bien era una movida alternativa que se formaba en las calles con la única pretensión de existir y expresar de manera "versada" lo que la juventud sentía y veía. Digamos por hacer un símil, que el Che Guevara no buscaba hacer camisetas guapas con su careto, pero por ahí fue conducida la revolución, los procesos económicos empujaron su imagen a la venta; pero no era la idea original, ni por asomo. Tampoco creo que Frida Kahlo quisiera ser parte de la iconografía dentro de los estándares del marketing enfocado al feminismo (si esto es posible). Pero la vida es así, el capitalismo también y nosotros idiotas, ¿qué le vamos a hacer?

También es verdad que la denominada vieja escuela surge a partir de movimientos culturales (escena de club no solamente en una ciudad o país) que engendró nuevos estilos a partir de los cuales se facturó una forma de concebir las sesiones no solamente del DJ, sino que dio forma a una música que también fue la base de la "nueva música". El llamado guitarreo (New Wave, afterpunk), la música electrónica de baile que se instaló a finales de la década de los años 80 y principios de los 90 y que especialmente en España (Valencia y la ruta destroyer que juntaba a Ibiza, Barcelona, Madrid...) fueron algunos puntos de partida para la creación del oldschool actualmente sistematizado.

Pero dejemos a wikipedia de lado.

Ahora bien, lo que más se conocía y que se propagaba en los medios de comunicación (como hasta ahora) en los años ochentas, era denominado mainstream o generador de capital popularizado dentro de las masas. Pero a su vez, en cada sitio donde había personas interesadas en crear movimientos culturales de otras índoles, les dio por el aspecto de difusión a pequeña escala realizando panfletos informativos y publicaciones independientes muchas veces colectivas e incluso anónimas, ya que la búsqueda de estas publicaciones era la de informar y no la de figurar o entrar en sistemas económicos sostenibles.

De ello mamaron los grupos no comerciales que buscaban tener espacios para mostrar lo que hacían, que necesitaban expresar sus desacuerdos con el sistema y la mejor forma era en redes no capitalizadas que estuvieran fuera de ese mecanismo de manipulación: quién vende y quién no, qué es aceptado y qué no; medios que su único interés era el capital versus los que se interesaron por la información libre de mecanismos para generar dinero.

Estas publicaciones de las que aquí estamos comentando, que a partir de ahora llamaremos fanzines por adaptarnos al vocablo y nada más, su misma función de corta y selectiva difusión las hizo casi a todas efímeras. Al tener tirajes de edición tan limitados (hablamos de menos de 50 copias cuando mucho) a lo que hoy en día nos enfrentamos es a la dificultad para conseguirlas. Aún así siguen apareciendo por mercadillos o tiendas de discos estas joyitas que nos hablan de una escena casi siempre musical y artística de determinada zona en determinada época y lo más importante es que en estos fanzines se puede encontrar qué movimientos fuera de lo que nos han vendido las grandes multinacionales y monstruosos medios de comunicación han querido que creamos como movimientos sonoros históricos y líneas gráficas aceptadas. Aquí podríamos juntar el oldschool con lo underground. De hecho podríamos decir que el oldschool por el que estamos tratando de abogar es por el underground, ese sacado de los sitios donde las cámaras de televisión no llegaban, ese donde los grandes estudios de música no pretendían ni asomarse, ese donde la editorial no estaba dispuesta a mostrar ninguna de sus manifestaciones gráficas.

Retomando la primera parte del texto donde dijimos que el oldschool se enmarca en la primera línea de hip-hop grabado y publicado a finales de los 70´s y que se extendió hasta los años 1990, ahora aumentaremos que esta aseveración mainstream en su totalidad solamente nos va a servir para coger de referencia una época, unos años en los que los fanzines tuvieron su cabida propia dentro de la escena del punk y del hardcore y que también fueron medio para dibujantes de esa generación que en cierta manera estaban unidos a la escena oldschool underground en la que nos tratamos de recrear.

Situándonos en las épocas que pretendemos desde los setentas hasta casi la primera oleada del dos mil, no es difícil entender la falta de recursos a los que se tenía qué enfrentar quien apostaba por editar fanzines, ya que los precios no eran los mismos que ahora donde vivimos la época de gloria para editar en papel; en esa época pasada también era complicado encontrar a aquellos que tuvieran una fotocopiadora medianamente aceptable dentro de los cánones de edición alternativa. Esto también era influyente a la hora de determinar el número de tiraje, el número de hojas o el formato. No por nada los fanzines de estas épocas mencionadas casi siempre son de papel barato a una tinta mal impresa sin cortes de guillotina y casi siempre con grapas. De aquí la idea romántica de que un fanzine debe ser con grapas y con estética de lo feo, pero este es otro tema a abordar quizá en otro texto: el feísmo como base de la autoedición.

Hasta este punto tenemos varias ideas que no nos hacen perder el hilo: Los fanzines oldschool casi en su totalidad underground son así por la época que son enmarcados, su aspecto es tal como era por las posibilidades de impresión, entendamos precio económico al que se podía acceder en esos circuitos. También entendamos que el tiraje editorial no era con pretenciones mediáticas de alto rendimiento, sino con la intención de generar cambios socio culturales que acarrearían en lo político, digamos que hacer fanzines era un acto político en sí mismo y que este acto se veía como el hecho de poder conocer cosas que los medios de comunicación masivas no estaban contando, dibujantes que no querían mostrar por su acidez, grupos musicales que no eran lo suficientemente dignos de ser escuchados en grandes salas y textos que hablaban de cómo el sistema estaba comiéndoles las cabeza y cómo la manipulación de todo era lo que ahí se cernía.

Creo que llegados a este párrafo habría que distinguir entre lo que sería una publicación mainstream-underground y otra que es underground puramente dicho, ya que no es lo mismo hablar del fanzine 2000 maniacos, que del Sembrando cebollas. Ambos fraguados en las mismas épocas, ambos predicando el evangelio desde diferente podio. Uno haciendo publicaciones de porno y tomando por referente a grandes cineastas y otro hablando de escenas locales de hardcorde y tratando temas como la abolición del estado. Uno haciendo tirajes de 100 ejemplares y el otro..., bueno, ¿diez?, ¿veinte?, dependiendo cuánto dinero se pudiera juntar para la impresión.

Aún así no están peleados los diferentes fanzines que han servido como oldschool en la escena de publicaciones independientes, ya que ambas vertientes son parte de la raíz que se ha sembrado para crear el rico escenario actual de publicaciones independientes.

Ahora mismo, el desarrollo de la fanzinoteca del IVAM está sirviendo como espacio para tener un archivo histórico y poder consultar si el interés es este medio de difusión. También VLC Hardcore/Punk: material gráfico, 1980-2000 es una página que está catalogando y digitalizando con descarga gratuita, donde puedes ver cómo han evolucionado las publicaciones y cómo fueron las primeras tiradas de publicaciones independientes.

Por volver al tema y cerrar el ciclo, podríamos decir que no es que ya no hayan fanzines oldschool, simplemente que los medios han cambiado, ahora también tenemos redes sociales y hacer un fanzine sobre conciertos de hardcore en sitios ocupados sería tener romanticismo por el pasado, porque ya imperan otros medios. También es cierto que como hemos dicho antes, vivimos una época en la que prácticamente cualquiera puede publicar un fanzine, es factible económica y mediáticamente hablando, por lo que es cuestión meramente de estética y que los temas a debatir o los artistas gráficos a plasmar su obra podrían ser incluidos en el formato a elegir por quién edite la publicación.

Entonces el fanzine oldschool ¿dónde está? Esta pregunta es como decir ¿dónde está la vanguardia, el futurismo, la cultura Jam? ¿Dónde nuestro pasado?

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Ilustración de Ximena Osorio

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