Crónicas de una librera afanzinerada. Vender fanzines: los números

Estas vacaciones no he hecho nada.
Y es que, cuando haces de todo, eso es lo que te apetece hacer cuando tienes días libres, NADA.
Ese tiempo lo he dedicado a leer, ver películas y series, caminar, nadar, y a pensar, porque pensar es lo más abandonado que tenía últimamente en mi vida. Cuando digo pensar, me refiero a reflexionar, repasar, cuestionar, indagar y encajar todas esas piezas que conforman el puzzle de mi particular pensamiento.
Una de esas cosas sobre las que tenía que pensar es este post; preparé los datos, tomé notas sobre los temas que debía tocar y elaboré mi propio discurso.
Siento la densidad de este escrito, pero es complicado explicar de forma breve muchas cuestiones y que además sea entendible también para personas ajenas a este mundo, el de las librerías o los fanzines.

Esta entrada en Fanzineología nace al hilo de la petición de dar a conocer datos de ventas y con ellos explicar la rentabilidad o no de los fanzines, así como tratar de exponer el valor añadido que ello conlleva.
Como dije en el post anterior, los fanzines llegaron de casualidad a Dadá. Y llegaron para quedarse. Por lo que cualquier planteamiento inicial sobre su rentabilidad queda descartado, entre otras cosas porque datos en aquel entonces no había, no sabía cual iba a ser su mercado, su posterior evolución... es más, tampoco podía calcular su impacto, pues era todavía muy reducido. 
Antes de entrar en otros detalles, conviene aclarar que el negocio de las librerías es un negocio bastante complejo, donde hacer caja no es tan sencillo como parece, pues nos debemos a un precio de venta fijo y a unos márgenes limitados, y a veces es necesario vender otras cosas que te permitan obtener mayores beneficios; hay que saber hacer auténticos equilibrios y malabares entre gastos e ingresos porque el dinero vuela, sale más rápido de lo que entra y cualquier mala decisión que se tome respecto a una sola compra puede salirte caro y comprometer el negocio. Igual algún día os lo explico con más detalle.

En el caso de Dadá, cuando me trajeron los fanzines pensé más en el valor añadido que en el beneficio. Lo admito. 
No hay que ser un lumbreras para darse cuenta que una librería no puede generar grandes resultados económicos vendiendo publicaciones que de media cuestan 5 euros. Entre otras cosas, porque, como ya he dicho, el margen de beneficio es muy reducido y su venta, en este caso concreto, es puntual. Si vendes constantemente y en grandes cantidades, puede que te resulte rentable, pero si es una venta accesoria o complementaria, solamente suma en el cómputo general de la contabilidad.
Y la realidad es que los fanzines aquí se contaron durante años en ese cómputo general. Habían cada vez más, si, pero se vendían esporádicamente, o durante las presentaciones. Los datos económicos desglosados de 2010, 2011 y 2012 no los tengo, no tenía una categoría definida para ellos en mi programa de gestión y no tenían tanto peso en la sección física que ocupaban en la librería.

En 2013 decidí crear su propia categoría y así controlar todo lo que se vendía bajo ese epígrafe y poder hacer comparativas futuras. Era necesario porque cuando se ocupa tanto espacio en la estantería hay que empezar a pensar en términos de rentabilidad.
Y es que señores, cada vez hay más gente editando sus propias cosas. Y muchos vienen aquí recomendados, casi todas las semanas alguien contacta conmigo para traer un fanzine, o mostrarme su trabajo.
Al darme cuenta de las dimensiones que había adquirido el sitio donde los había ubicado, y cuando ya algunos preguntaban sobre su rentabilidad, mi respuesta era: Los tendré, o mantendré, mientras se pueda.
Habían convivido junto con otras secciones varios años, habían permanecido ahí gracias a que otras ventas pesaban lo suficiente como para no tener que preocuparme por las ventas de fanzines. Pero había llegado el momento de ver cual iba a ser su evolución en solitario, era la prueba de fuego.





Siempre he pensado que el tener los fanzines aquí otorga un plus de originalidad, de diferenciación y distinción respecto a otras librerías, que es algo que tengo que hacer porque dispongo de un magnífico espacio y lo mínimo es ofrecerlo, me gusta apoyar estas iniciativas. Los quiero tener porque es lo que quiero ofrecer a la gente que entra al museo y nos visita, por supuesto también a los asiduos a las librerías. Y es que si además quieres ser competitivo en un contexto como este, la única forma de vender, es, a parte de ofrecer un servicio excelente, ser diferente, o al menos diferenciarte un poco de los demás, especializándote. Dadá tenía que ser diferente, y esa diferencia la aportan los fanzines, y la autoedición en general.
Ese punto romántico de defender algo en lo que crees lo mantengo, viene en mi adn, pero no puedo garantizar que el romanticismo no desaparezca si veo que los datos no son buenos, porque por encima de todo hay que ser realista, y esto no deja de ser un negocio. Lo siento, es la triste realidad. Yo vivo de esto.





Para poder comparar, todavía no dispongo de los datos relativos a varios años así que voy a exponer los de 2013 y ofrecer comparativas con otras secciones de la librería.
A priori los números dejan claro que hay movimiento y, sobretodo, variedad. Se repite la norma general de la propia librería: no se vende un mucho de una sola cosa, se vende un poco de muchas cosas. Lo que permite disponer y ofrecer una amplia selección y no fiar tu destino a un sólo titulo. 
A lo largo de 2013, los fanzines tuvieron ventas por valor de 2662,50 euros.
Se vendieron 137 fanzines diferentes, siendo el total de ejemplares 471.
La media de pvp queda fijada en 5,65€
La media de ventas de cada título es de 5 ejemplares.
La librería obtuvo un beneficio de 798,75 euros.
Para que os hagáis una idea, los fanzines superaron en 2013 a las secciones de fotografía, interiorismo, joyería y poesía. Si bien están a años luz de las grandes cifras de diseño, arte, merchandising (donde se incluye obra gráfica, camisetas y artículos o piezas de diseño), de las publicaciones del MuVIM y arquitectura, no se quedan tan lejos de moda e infantil.
Es cierto que su expositivamente ocupan bastante sitio, pero son la cuarta categoría en número de ejemplares vendidos con 471. En este momento podría decir que hay equidad o proporción a ventas y espacio ocupado.





Y ahora el ranking de los 10 títulos más vendidos, en realidad hay muchos empates.
1-Xufa Fanzine #2, 34 ejemplares
2-Piola Bonet, 26 ejemplares
3-Arrós Negre #4 , 21 ejemplares
4-Acordeones, 15 ejemplares
5-13 Black Cats, 10 ejemplares
6-Arrós Negre#2, Mr. Awaka #1 y Recopilación cartelera, 9 ejemplares
7-Arrós Negre #3 y Bocetos de Sexo, 8 ejemplares
9-Heredera #01, Mob Rule y Recopilación de Historietas, 6 ejemplares
10-Spaniards, La sombra de la loba, Temerario #8, Fanzine azul  y Usted #7, 5 ejemplares.

Ocupa el primer lugar un fanzine, Xufa fanzine #2, cuya presentación se hizo en el MuVIM, por lo que las ventas, al igual que Arrós Negre #4 presentado aquí también, se hicieron en gran parte durante el desarrollo de ese evento. Con este detalle no resto importancia a la cifra, pero hay que tener en cuenta que una presentación ayuda en gran medida a incrementar o disparar ventas.
Otro dato a aportar es que los Acordeones son muchos, el proyecto elmonstruodecoloresnotieneboca edita varios al año y están englobados en una misma denominación; es decir, se venden acordeones variados, no un título en concreto. 
De todos estos datos deduzco que, al menos en el caso de Dadá, los fanzines funcionan, o funcionaron en 2013. Por este ranking puedo decir que se venden bien los fanzines más gamberretes, elaborados de forma más rápida, más económicos, como el Piola, Spaniards, Bocetos de Sexo o Mr. Awaka. Pero también los que mediante su edición y acabado o calidad presentan un salto cualitativo, también en lo económico, respecto a los anteriores, como pueden ser el Xufa, Arrós o Heredera. Luego hay otros que se venden bien durante largos períodos de tiempo y en sus sucesivas ediciones, como los Acordeones, los 13 Black Cats, el Usted o el Temerario. Los demás, poco a poco.

A lo largo de 2014, y ya cuando termine, veremos si la tendencia se mantiene o no, así como veremos si las ventas suben o bajan. Este factor será decisivo ahora que el fanzine está entrando en más sitios que hace un par de años e incluso cuenta con el apoyo de instituciones como la Biblioteca Pública de Valencia.
Lo ideal sería que la comparativa la pudiéramos hacer todos los establecimientos que en este momento vendemos este material y comprobar si es todavía un mercado emergente, ya está en plena ebullición, o, por el contrario, va a terminar explotando en breve. Espero que esto último no.
En mi caso, si hay un descenso de ventas, antes que aplicar una ley marcial, habrá que analizar con calma los datos y, en todo caso, no tirar la toalla. 
A veces sólo se retrocede para tomar impulso.



Aquí como flamante ganadora de la cesta de Tenderete 8

5 comentarios :

  1. Qué interesante análisis. Como librera me pregunto realmente si deberíamos tener fanzines en la librería. Como apuesta política y estética no me quedan dudas, y ojalá dispusiéramos de más espacio para tener fanzines. El problema para mi viene más por la gestión de las compras, ventas, depósitos y liquidaciones. Cada vez se autoedita más y la lista de gente a la que facturamos es más larga, lo que complica mucho la gestión. Muchos fanzines son de fuera y no pueden dejarnos depósitos deln fanzine y recogerlos al cabo de X tiempo si estos no se han vendido. Y está el tema de las facturas. Con todas estas dudas, en una librería que siempre va con las cuentas muy justas, nuestra sección de fanzines nunca acaba de despegar. Quería solo comentarlo para que lxs fanzinerxs que a veces nos ofrecen material entiendan la dificultad que nos lleva a decirles que no. Gracias por tu post y por compartir esta reflexión.

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  2. Hola,
    gracias por dar tu valoración al post.
    Entiendo perfectamente lo que dices y comparto tus dudas al cien por cien. He pasado por ahí.
    Es cierto que la gestión de los mismos puede llegar a ser estresante. Yo estoy sola en la librería y me tengo que encargar de ello y de todas las demás cosas; igual algún día muestro mi enorme archivador de depósitos :)
    Si te pudiera servir de ayuda, yo lo que hago es tener un depósito pequeño, o limitado en cuanto a ejemplares, y he marcado períodos minimos de 3 meses para revisarlos para no estar cada X tiempo pendiente de ello. Este mínimo a mi me permite agotar las existencias muchas veces y no tener un exceso de stock en el almacén. Por el tema de las distancias, a mi los que me dejan material y viven en otro lado, digamos que lo arreglamos todo por medio de correo electrónico. Si hay posibilidad de coincidir en algún momento en algún sitio, quedamos, intercambiamos material e incluso nos conocemos. También suelen enviar a gente para que los recoja.
    Como desconozco el sitio desde donde escribes igual te resulta más complejo que a mi.
    Compras yo suelo hacer pocas, solamente si no hay posibilidad de depósito y el material me interesa mucho y creo que se va a vender.
    Respecto a las liquidaciones, ahí hay múltiples variantes, pero también hay que organizarse.
    De todas formas, creo que al final lo mejor es hablarlo con la persona que te presenta el material, sea cercana o venga de lejos, y tratar de llegar a una solución que os convenga a ambas partes. O bien, te planteas cómo lo podrías hacer y expones tus condiciones, porque al fin y al cabo es tu negocio.
    Te deseo toda la suerte del mundo,
    Inma.

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  3. Hola! Busco fanzines de fantasía con ilustraciones y/o comics de sirenas :) Alguien me recomienda alguno? no me importa que sean antiguos :D

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  4. Muchas gracias por el post!,me resulta muy interesante..un saludo!

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  5. Buenas noches.
    Me interesa saber a la hora de ir a un comercio. Si hay algún documento para explicar que la venta del fanzine es legal. Y que como habéis dicho, es divulgación cultural para personas que inician una actividad de forma amateur. Por no decir que ni siquiera se cubren gastos.
    Un saludo.

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