Ediciones Macarras.

Ediciones Macarras.

Exposición de portadas de fanzines. Revisiones de Fanzineología: ediciones macarras.
enero | febrero | marzo
Biblioteca pública de Valencia. Carrer de l´hospital, 13.

16 portadas de zines que abordan el cómic, collage, ilustración y literatura profana con una línea gráfica que las une como hilo conductor: la edición macarra. Una vez más se acentúa la libertad de imprenta que existe en la autopublicación, que previamente se ha pulido con la labor de autoedición. Para ello en esta revisión que hace Fanzineología, se muestran en un espacio público, imágenes que dan pie a la libre expresión con técnicas incluso pictóricas e iconológicas. 

Componen esta muestra varios colectivos y dibujantes que van por libre, entre ellos podrás ver trabajos de Martín López Lam (Ediciones Valientes), Fuck the Police, Rafa DOC (Doc industries), Condón (José Tomás), Apa-Apa cómics, Belleza Infinita, Jorge Parras, Pablo Taladro, Laura Höldein (Petit Comité del terror), Marcos Farrajota (Chili com carne), Andrea Lanuza (Mohoso y morboso), Le Dernier Cri, Cero Eficacia Ediciones, El Monstruo de colores no tiene boca, Hawaii Ediciones, Antipatia Zine

Es verdad que el «fenómeno fanzine» cada vez abarca más temas y se expande colándose incluso en redes populares de las masas, o mejor dicho, entre sectores de la moda y del molar, léase revistas, páginas webs de cultura basura; incluso algunos museos y sitios donde el artisteo en toda regla marca las pautas a seguir para la temporada otoño-invierno y primavera-verano. Esto, para el interés del medio, su físico, se puede decir que es bueno dentro de los parámetros del alcance que tiene, siempre y cuando los objetivos primordiales del zine sean su venta, de lo contrario, lo saca del contexto para convertirlo en un objeto de consumo, un fetiche, un souvenir que destruye el objetivo neto, que bien podría ser «contar algo», más allá de la estética, el tiraje o lo super-mega-ultra-underground que sea. Si una edición pierde esta línea —sea clara o chunga—, la idea primigenia de la autoedición, se queda en un D.I.Y. vacío que solamente adquiere poder iconográfico como podría ser la cara del Che Guevara, la del emblema del comunismo o el logotipo de Los Ramones en una camiseta.

Dicho esto, y centrándonos en la estética —no por ello dejando a un lado el contenido—, existe una línea macarra que bien podría ser revisada. Para ello la primera selección que te presentamos en la Biblioteca Pública de Valencia, en la que mostramos la cara de la edición, con el interés de que despierte curiosidades para buscar las publicaciones y adentrarse a los engranajes del autor, a sus interiores y voces que parecen hablan en cada una de las impresiones editadas.